sábado, 18 de junio de 2011

EL 15M Y EL LIBRE MERCADO: LA COLONIZACIÓN FINANCIERA

         La democracia y el ultraneoliberalismo son antitéticos. Su único nexo de unión radica en que ambos subrayan la dimensión cuantitativa de su objeto: la democracia la cantidad de votos, el ultraneoliberalismo la cantidad de riqueza. Hasta ahí su complicidad. Más allá de esto, la democracia no es más que un juguete  mercantilizado, en manos intereses corporativos y financieros. 
  
En Occidente, el “procesal-ismo democrático” que ha sustituido a las “democracias”, se ha convertido  en la coartada perfecta para legitimar al más cínico de los sistemas. Un sistema que bajo la impronta de la libertad -símbolo de la democracia-, propugna el “Libre Mercado”, que es propiamente un “Libérrimo Mercado”, actuando sistemáticamente como Mercado Esclavizador.
 
Occidente tras el proceso descolonizador de la época contemporánea, ha sustituido  la colonización territorial típica de la época moderna, por una colonización de tipo comercial sobre sus ex-colonias. Y ahora ejerce una feroz colonización financiera en nombre del mismo espíritu de dominación de antaño, que hoy se llama  “Libre Mercado”.
 
“El Libre Mercado” impone sistemáticamente relaciones reales de intercambio comerciales y financieras basadas en el desequilibrio y la desproporción, ejemplos de ello son el intercambio de: materias primas por alta tecnología, endeudamiento perpetuo por perpetua financiación, concesiones privilegiadas extractivas por dependencia tecnológica y satrapía; oro, diamantes, petróleo, madera, gas natural, minerales, todo ello por corrupción, condonaciones de deudas por vertederos ilegales, miseria por fármacos, analfabetismo por armas,  desesperación por religión, sumisión por paternalismo.

Este es el mundo que ofrece Occidente, un mundo basado en mantener a toda costa un estratégico infra-desarrollismo sostenido, para asegurar la dependencia perpetua de unos continentes frente a otros, de unos países frente a otros, de unas castas sociales frente a otras y, en última instancia, de unos seres humanos privilegiados frente a otros animalizados.  

El 15M como movimiento social naciente en proceso de consolidación, ha de ser consciente que la política actual es un mero títere del mercado. Y que la mercantilización que sufre la ciudadanía española por parte de los políticos y banqueros, es tan sólo una manifestación más del proceso de mercantilización que sufre el mundo a través de un sistema de “Libre mercado” radicalmente injusto. Un sistema que de las democracias tan sólo quiere tomar prestado el nombre, a modo de marketing económico, pero que es tan antidemocrático como plutocrático, ya que es un sistema que hace ya mucho tiempo que no se basa en valores, sino en títulos-valores, es decir, en acciones bursátiles.

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