viernes, 17 de junio de 2011

EL ESTADO DE CENSURA PERMANENTE: LA DICTADURA DEL ENTRETENIMIENTO

La censura en tiempos de los sistemas democráticos de masas ya no necesita ser directa, concreta, explicita… sólo necesita ser continua.

El recurso a la desinformación estratégica para encubrir escándalos puntuales, ya sea por: omisión, sustitución hiperbólica, tergiversación o saturación desfigurativa,  sigue siendo efectivo y válido. 
 
Sin embargo, el verdadero grado de perfeccionamiento  instrumental con el que la censura ha alcanzado un nivel de sutileza ultraviolenta, reside en haberse convertido en un auténtico estado de censura permanente, insospechado e inconsciente. Este estado de censura permanente  consiste en la capacidad del sistema, para mantener a las masas ciudadanas mediáticamente desconcentradas, o lo que es lo mismo, continuamente concentradas en lo inútil e irrelevante: ligas, circuitos de fórmula 1 y moto GP, slams de tenis, selección absoluta, telenovelas, reality shows, concursos televisivos, enésima edición de gran hermano, industria y prensa del corazón, industria del cine de entretenimiento, industria de la realidad virtual y los videojuegos, espacios publicitarios, teletienda… en una palabra, la industria de la evasión y del  entertainment. 

Esta dictadura del entretenimiento es el sistema en el que vivimos y la fórmula mediática totalitaria para mantener a la población entretenida, en un estado de ignorancia, desinformación, evasión y pasividad perpetua.

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